Comienzan a bajar las temperaturas, cada vez apetece menos salir a la calle y el frío hace que nos pensemos más de una vez con que ropa salir. Esta época viene acompañada de otros amigos que nos la pueden hacer mucho más dura y de la que debemos intentar huir. Además, no son nombres bonitos, tales como Rinofaringitis, bronquiolitis o, la más conocida, gripe. A pesar de sus nombres no se trata de dinosaurios, veamos cuáles son las características de cada una.

Rinofaringitis

Más conocida por la mayoría de gente como resfriado común y suele ser más frecuente en los niños. Es una infección respiratoria que suele tener un origen vírico y afecta a gran parte de la garganta, sobre todo las zonas donde se albergan las vegetaciones adenoides. Aquí se instala y comienzan los primeros síntomas: nariz congestionada, secreción nasal, fiebre, dolor de oídos o hinchazón. Algunas medidas que se pueden tomar son las de humedecer el dormitorio entre un 80% y un 90% para fluidificar las secreciones y reducir la tos o lavar con suero fisiológico las fosas nasales.

Bronquilitis

Se trata de una infección vírica muy contagiosa que afecta a los bronquiolos, las pequeñas ramificaciones en las que se dividen los bronquios. Se propaga con pequeñas epidemias durante el invierno, afectando en gran medida a niños menores de 2 años. Se suele transmitir a través de las partículas de saliva en suspensión en el aire y a través de los estornudos. El tratamiento se limita a medidas sencillas pero fundamentales: descongestionar la nariz con suero fisiológico, expectorar las flemas. Es importante acudir al pediatra con los primeros síntomas.

Gripe

Infección respiratoria aguda que está causado por un virus llamado Influenza. Se propaga de una persona a otra a través de las secreciones que se encuentran en suspensión en el aire. Dolor de cabeza, escalofríos o tos son algunos de los síntomas que comenzarán a aparecer. A menudo vienen seguidos de fiebre, pérdida de apetito o debilidad muscular. El tratamiento debe ser sintomático, sobre todo a base de antipiréticos que combatan la fiebre y algún producto antitusivo, generalmente jarabe.

Para evitar su contagio les recomendamos ventilar las habitaciones diariamente, no fumar en casa o lavar las manos regularmente. En caso de tener alguna duda, visita nuestra farmacia y te ayudaremos con tu problema.