La infestación por piojos en el ser humano es un hecho que se conoce desde hace más de 3.000 millones, aunque se tardó mucho tiempo en poder desarrollar un producto que realmente sea eficaz para acabar con estos parásitos. Aunque se supone que la higiene es lo mejor para prevenir su contagio, realmente es cierto que tampoco asegura que no se vaya a producir ya que a día de hoy se sabe que prefieren las cabezas limpias.
Por tanto, la mejor manera para mantenerlos alejados es evitar a toda costa el contacto cabeza a cabeza, sobre todo entre los niños. Por muy breve que sea este contacto, es suficiente para que los piojos pasen de una persona a otra. Mucho cuidado también con los artículos personales como peines o gorras, incluso entre los miembros de la misma familia.
Cómo sucede el contagio
El contagio se da por el contacto directo entre alguien que se encuentra infestado y una persona sana. La transmisión indirecta también es posible por el uso de sombreros, gorros, bufandas o elementos que hayan estado en contacto con una persona que ya tenga piojos.
Los orificios respiratorios del parásito pueden cerrarse bajo el agua, donde son capaces de aguantar hasta cinco minutos sin respirar, por lo que son capaces de contagiarse incluso a través del contacto con la misma agua, como pueden ser una persona infestada y otra sana que se bañen en la misma piscina.
Eso en lo que se refiere a los piojos adultos, puesto que los huevos de estos, más conocidos como liendres apenas se despegan de un cabello no pueden volver a pegarse a otro. Por otra parte, necesitan situarse a una determinada distancia del cuero cabelludo ya que es su calor y humedad lo que les hace madurar.
Por tanto, si solo hay liendres, será prácticamente imposible que se produzca el contagio. En caso de tener alguna duda sobre si hay presencia o no, visita nuestra farmacia y pregunta por los productos especialmente diseñados para acabar con estos parásitos.
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